Se cumple en estos primeros días de julio el primer mes de la que podríamos denominar vuelta a la normalidad en la actividad de los operadores de telecomunicaciones, después de que durante varios meses estuvieran suspendidas las portabilidades de líneas fijas, y reducidas en el cupo habitual las de móviles.

El Consejo de Ministros en su reunión de 26 de mayo coincidiendo con la entrada en fase 2 aprobó la supresión de las limitaciones a las portabilidades en los servicios de telecomunicaciones, que estaban vetadas desde el pasado marzo por el Gobierno ante la emergencia sanitaria surgida en el país por la pandemia de COVID-19.

El motivo de aquella decisión se justificó en la necesidad de restringir los movimientos de las personas y de los técnicos de las empresas de telecomunicaciones. Aunque en un principio se prohibieron todas las portabilidades, a primeros de abril se abrieron unos cupos para aquellas que no comportaran la presencia física de clientes en las oficinas o de técnicos en domicilios, lo que permitió entre otras cosas, que se pudieran  portar líneas de móviles dentro de unos cupos que fueron entonces establecidos.

A primeros de mayo, el presidente de Acutel, Juan Manuel  Armario, se dirigió al Secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez. En aquel escrito se solicitaba al Gobierno que modificara las medidas adoptadas al principio del estado de alarma al no entender que se mantuvieran suspendidas las portabilidades, y se permitieran en la misma fase 0 actividades que conllevan contacto físico como las de fisioterapia o estética.

Según dictaminó la CNMC en su momento,  se estipulaba un plazo de 5 días como máximo, desde que se levantaran las restricciones hasta alcanzar la total normalidad que se alcanzó por fin durante la primera semana de junio.